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Roll on Tree MON anti-acné

8,96

Roll-on anti acné

Combate el acné y la aparición de los granitos con la aplicación del Tree MON anti-acné. Un excelente desinfectante y calmante para la piel.

El 1,1% del total de los ingredientes procede de la agricultura ecológica.
El 99,9 % del total de los ingredientes es de origen natural.

COSMOS NATURAL certificado por Ecocert Greenlife

 

10 ml

Hay existencias

Descripción

Bye Bye granitos

Benefíciate de las propiedades aromaterapéuticas de los aceites esenciales de Árbol del té y de Limón para combatir y mejorar la apariencia del acné en la cara. Cuando aparezca un granito aplícate el Roll-on anti-acné, lo eliminará y evitará su reproducción.
Su pequeño tamaño lo convierte en un accesorio ideal para llevar a todos lados.

La limpieza facial diaria es básica para cuidar la piel grasa o con tendencia a acné. Utiliza el Gel champú de Árbol del Té como gel limpiador facial. Limpieza facial pieles acneicas

Aclárate con agua tíbia y tonifícala con Agua de rosas. Una vez por semana házte una exfoliación y aplícate una mascarilla purificante de arcilla verde. Verás como en muy poco tiempo mejora notablemente el aspecto de tu piel.

Árbol de té

El aceite esencial de Árbol del Té, conocido por su nombre en inglés tea tree proviene de Australia. Este aceite esencial se empezó a conocer a finales de 1700. Un oficial de la marina británica, James Cook, se interesó al llegar a Australia por cómo los aborígenes elaboraban toda una serie de remedios con las hojas de este árbol. Con ella paliaban infecciones y trataban numerosas enfermedades cutáneas. No fue hasta el siglo XX cuando se empezaron a estudiar científicamente sus propiedades. Se constató que sus cualidades antisépticas y bactericidas eran superiores a las del ácido fénico, que era el desinfectante más utilizado en esa época. Pero a la vez concluyeron, y éste es el dato que convierte a este aceite esencial en algo muy especial, que no era tóxico y no dañaba la piel; todo lo contrario, la regeneraba de inmediato. Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados australianos que estaban destinados en las selvas del sudoeste asiático, llevaban en su botiquín una botella de árbol del té. Con ella curaban las típicas afecciones dérmicas tropicales ya que es un milagroso remedio cutáneo.